La Educación Prohibida Realizado por Adriana Acosta Paredes.

 













Análisis del vídeo La Educación Prohibida

Realizado por Adriana Acosta Paredes.
Puedes ver el documental en www.educacionprohibida.com.

 

La Educación Prohibida es un documental que expone la evolución de la educación a nivel mundial, desde el inicio de las civilizaciones, la educación ha sido preconcebida como un paradigma rígido.  Los comienzos de la educación entendida como en la actualidad (pública, obligatoria y gratuita) se remontan a la antigua Grecia.

    Cabe destacar que esta producción independiente, nace de un grupo de jóvenes, los cuales, realizaron una investigación de tres años en ocho (8) países, donde se entrevistaron más de 90 educadores con la intención de describir la percepción de los gobiernos con respecto a la educación.

     El documental inicia con la remisa del mito de la caverna, haciéndonos dudar de si realmente la realidad que observamos es la realidad absoluta. Los sistemas educativos propuestos a lo largo de la historia, se originan por el adoctrinamiento de las masas. En la “Educación Prohibida” se evidencian diferentes formas de pensamiento, sin embargo, toman la educación como un proceso de liberación de los seres humanos a partir de la vivencia de las diversidades. Pero, admiten que, para llevar un proceso que contemple lo anterior, no se debe olvidar la historia de los sistemas de educación.

 

    No cabe duda, que la educación es importante. A lo largo de los años hemos visto cómo se ha intentado todo para mejorarla y adaptarla a un determinado contexto temporal y cultural. Sin embargo, ¿es este modelo de educación el más adecuado para que las personas se desarrollen y obtengan calidad de vida?

 

      Los comienzos de la educación entendida como en la actualidad (pública, obligatoria y gratuita). Sin embargo, no es hasta el siglo XVIII, con el Despotismo Ilustrado, cuando surge la educación actual: nace el modelo prusiano, basado en castas y clases, que buscaba crear súbditos obedientes preparados para la guerra. De este modelo copiamos muchas nociones de la escuela actual, como las calificaciones; los exámenes; el sistema de castigos y premios; los alumnos vistos como meros números, la educación en la que prima la competencia y que va en contra de los valores humanos. Este modelo se expandió por todo el mundo izando la bandera de la libertad, a pesar de tener sus orígenes en el despotismo. La educación empezaba a entenderse como un proceso mecánico y administrativo, un lugar para crear trabajadores.

     Después de una retrospección histórica sobre la evolución de la educación, se hace alusión al modelo actual, el cual definen como un sistema totalmente deshumanizado, que tiende hacia la homogeneidad y cuya misión es construir una serie de niños idénticos, con los mismos conocimientos. Es un sistema selectivo y separatista, que elige qué niños acudirán a la universidad y cuales se tendrán que conformar con un trabajo precario. Se centra en impartir unos conocimientos generales, iguales para todos, olvidando las preferencias de cada persona. Además, insiste en una educación estricta y regulada, donde los alumnos deben seguir unas reglas previamente establecidas. Surge así otra pregunta: ¿qué ambiente educativo estamos ofreciendo a los niños?

       La manera en la que se enseña a los niños no les motiva a aprender. Dicho sistema hace que aprender sea un proceso fastidioso y rutinario, y está demostrado que todo lo que aprendemos acaba por olvidarse si no lo hacemos de forma voluntaria. Además, se evidencia una desconexión total de la escuela: la realidad cambia, pero los métodos y enseñanzas prevalecen. El documental explica que a mediados del siglo XX se intentó cambiar el sistema educativo, tratando de convertir el aprendizaje en un proceso más autónomo, dinámico y libre. Sin embargo, la propuesta fue rechazada.

     Se ha insistido en ordenar el aprendizaje cuando se ha demostrado que este proceso no es lineal, ya que en él intervienen gran cantidad de factores como el entorno, la situación personal, las emociones. Cabe destacar, que existe una tendencia a forzar el alcance de unos objetivos preestablecidos en un determinado tiempo (cursos, asignaturas) en contra del aprendizaje libre y a un ritmo personalizado. La escuela actual pone el énfasis en los resultados (aprobar un examen, acceder a estudios superiores), pero la verdadera motivación del alumno debería estar en el camino, es decir, en el propio proceso de aprendizaje.

      Otros profesionales opinan que este modelo de educación se basa en la idea de que los niños están vacíos: se les puede reformar, son objetos de estudio de la sociedad, son un banco que hay que llenar. La capacidad de crecimiento y aprendizaje es innata y no necesita la intervención externa, tan solo un entorno favorable.

     Se discute también sobre la figura del educador. Ellos también son meros números para el sistema, al igual que los alumnos. Los profesores se forman en la educación actual, en la que la tendencia es no involucrarse con los alumnos, y ven su trabajo como una rutina. Al igual que los alumnos deberían desarrollarse en libertad, también los profesores deberían hacerlo. Los maestros deberían transmitir la pasión por su trabajo y demostrar a sus alumnos que disfrutan educando.

     Finalmente se habla sobre la figura de los padres. Se comenta que ellos son los verdaderos protagonistas de la educación y que la escuela debería estar conectada con ellos. Son muchas las familias que han perdido la confianza en ser capaces de educar a sus hijos y dejan esta tarea a los profesores, psicólogos. Vemos así una separación padre hijo que no favorece a la educación, ya que, si un niño no se siente cómodo y feliz en su hogar, le costará aprender y avanzar.

      Tras las intervenciones de los diferentes profesionales, se explica que, actualmente, existen muchos proyectos de educación libre e independiente. Son alternativas que se alejan de la educación estatal y que intentan luchar con todo lo dicho anteriormente. Su objetivo es crear un entorno donde los alumnos estén al mismo nivel que el profesor; donde no haya separación de edades, sino que cada alumno avance a su propio ritmo; donde prime la educación integral, es decir, una educación no separada en materias; donde se valoren las emociones, las preferencias, las propuestas y los intereses individuales; y donde reine la autodisciplina.

     Se infiere, que no existe una receta perfecta para la educación ni una escuela perfecta. Lo principal es adecuar la pedagogía a cada momento cultural e histórico y crear una sociedad en la que convivan diferentes tipos de educación (la educación convencional, educación libre, educación en casa) y que cada uno pueda elegir qué camino escoger. Es necesario que estas nuevas vertientes de la educación salgan a la luz y que se debata sobre ellas.

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